Kendry Surmay Arroyo
Grado 10-01
Profesor Alex Wilches
Colegio Jesús Maestro S. y O.
La pintura es un arte antiguo que ha acompañado al hombre desde sus orígenes. La humanidad ha utilizado la pintura para decorar los ambientes, pero también para comunicarse y transmitir la historia de los pueblos. Es por eso que la pintura se ve altamente influenciada por el contexto histórico- social en el que se desarrolla.
El arte de la pintura tiene diferentes manifestaciones, divididas en fases o periodos, que reciben su nombre por el contexto histórico del momento y por las técnicas y medios utilizadas en su realización. Es por eso que podemos hablar de la pintura prehistórica, antigua, de la edad media, moderna, contemporánea. Dentro de la edad moderna encontramos el movimiento pictóricao neoclasicista.
El movimiento pictórico neoclasicista surgió a mediados del siglo XVIII como una renovación del arte de la pintura, sustituyendo el rococó y retomando el arte antiguo, las pinturas clásicas griegas y romanas.
El neoclasicismo se adoptó como estilo de la burguesía, las pinturas, entonces, están reproducen los pensamientos revolucionarios y trae a la época los mitos griegos y romanos que inspiran esos pensamientos.
La técnica más usada fue el dibujo, buscando el valor estético más que el colorido, las pinturas son entre claro-oscuro, resalta la anatomía ideal, sin defectos, la belleza.
Jacques Louis David, fue el máximo representante del Neoclasicismo. En su vida y obra se realizó de manera más patente la relación entre la Revolución francesa y la pintura neoclásica en ese país. En sus cuadros a menudo usaron elementos romanos o griegos para ensalzar las virtudes de la Revolución francesa, anteponiendo el estado a la familia.
Jean-Baptiste Regnault (1754-1829) y Germain Jean Drouais (1763-1788) pertenecen a la estética neoclásica
Jean-François Peyron: Cornelia, madre de los Gracos, 1781.
También cultivaron el Neoclasicismo en Francia:
- Jean-François Peyron (1744-1814), inspirado por Poussin y en cuya pintura predominan los colores fríos;
- Pierre Narcisse Guérin (1744-1833) que se centró en temas históricos;
- Joseph-Benoît Suvée, a quien se debe L'invention du dessin («La invención del dibujo»), 1791.
Finalmente, cabe mencionar a Jean Auguste Dominique Ingres (1739-1867) al que se considera el otro gran pintor neoclásico, incluso superior a David. Su obra, compleja, y dilatada a lo largo de tanto tiempo, incluía elementos románticos, de manera que realmente no se puede adscribir sólo a la estética neoclásica. Su estilo es claramente neoclásico, líneas puras, colores fríos, predominio del dibujo sobre el color, pero la temática es variada, y muchas veces recoge elementos exóticos típicos del orientalismo romántico. La belleza ideal propia del Neoclasicismo se refleja en obras como La bañista de Valpinçon (1808).